El amor entre Sebastián Rulli y su pareja es uno de esos romances que parecen sacados de una novela, lleno de pasión, admiración mutua y, como todos los amores, con sus pequeñas manías y diferencias que le añaden chispa a la relación. En una reciente entrevista, la estrella de “Tres veces Ana” abrió su corazón y habló sin reservas de la felicidad que ha encontrado junto a Sebastián, un hombre que llegó a su vida en el momento justo, trayendo consigo una calma y una paz que ella nunca antes había experimentado.

“Con Sebastián he aprendido a ser una persona más feliz, más tranquila, más positiva. Llegó a mi vida en una etapa muy difícil y lo hizo todo más fácil”, confesaba con una sonrisa que revelaba la plenitud que siente. No siempre fue así, claro. Antes de que el amor floreciera, ambos pasaron por un proceso de descubrimiento personal y profesional. Durante un tiempo, estuvieron involucrados en un proyecto teatral que los mantuvo cercanos, pero en un momento, tomaron un descanso de un mes. Un mes en el que cada uno siguió su camino, sin planes juntos, dedicándose a sus respectivas familias y actividades.

Ese mes de separación, aunque breve, fue el catalizador de un gran descubrimiento. “En ese mes me di cuenta de que estaba enamorada de él”, confesó la actriz, como si fuera algo que aún le sorprendiera. A veces, el corazón necesita distancia para reconocer lo que realmente siente, y este fue el caso. La pausa en sus vidas les dio la claridad que necesitaban para darse cuenta de que lo suyo no era una simple atracción pasajera.

Desde entonces, el romance entre ellos ha sido intenso y apasionado, pero también ha estado lleno de esos pequeños detalles que hacen que una relación sea especial. Uno de esos momentos encantadores fue cuando la actriz le preguntó a Sebastián qué es lo que más le gustaba de ella. La respuesta de Sebastián fue inmediata y contundente: “Tus ojos”, dijo, mirándola con esa mezcla de adoración y complicidad que solo existe entre dos personas profundamente conectadas. Por supuesto, ella no se quedó atrás y, entre risas, mencionó las cosas que más le atraían de él. “Su sonrisa, su barba, su pelo, sus brazos… Todo me encanta”, confesó, dejando claro que el amor no solo está en los detalles más pequeños, sino en la totalidad de la persona.

La admiración mutua va más allá de lo físico. Siempre ha habido una profunda apreciación por la belleza interna del otro, un reconocimiento de que lo que realmente importa es lo que hay en el corazón y en la mente. Pero como en toda relación, no todo es perfecto. Aunque se quieren profundamente, también tienen sus desacuerdos, sus pequeñas peleas que hacen que el amor sea aún más auténtico y real.

Uno de esos roces cotidianos, como en muchas relaciones, es el baño. “Se lava la cara, se lava los dientes, y lo deja todo salpicado. Entro y digo: ‘¿Por qué tienes que salpicar tanto?’”, revelaba entre risas, mostrando esa dinámica de pareja que, aunque a veces frustrante, es entrañable. Pero no todo es drama en su vida doméstica, ya que parece que Sebastián ha comenzado a tomar nota de estas pequeñas quejas y ha empezado a ser más cuidadoso. “Ahora se está secando”, mencionó con orgullo, como si fuera un pequeño triunfo en la convivencia.

En cuanto a la maternidad, uno de los temas más comentados en torno a la actriz, dejó claro que, por ahora, no está en sus planes inmediatos. “Ahora estoy convencida de que más tiempo me voy a tomar. No me urge nada”, dijo, respondiendo a una de las preguntas que más le han hecho en los últimos tiempos. No siente la presión de apresurarse en ese aspecto de su vida y está disfrutando plenamente de su relación con Sebastián, sin apresurar el futuro.

La actriz no ha dejado de recibir preguntas sobre su deseo de formar una familia, y aunque en el pasado estas cuestiones podían hacerla sentir incómoda, ahora parece tener claro que está en un momento de su vida en el que simplemente quiere disfrutar de su amor y dejar que las cosas fluyan. “Ahora ya sé que quiero estar con Sebastián. No sé qué va a pasar, ya veremos”, añadió, dejando entrever una cierta serenidad al no querer anticipar lo que el futuro les depara.

Lili, la presentadora que estaba entrevistando a la pareja, no pudo evitar bromear sobre la cantidad de mujeres que seguramente sueñan con estar en el lugar de la actriz. “De verdad, son una buena pareja”, dijo con sinceridad, al tiempo que Sebastián la miraba con una mezcla de orgullo y humildad. Aunque el actor no es ajeno a los elogios por su atractivo físico, su respuesta a la broma de Lili fue algo que capturó a todos por sorpresa.

“¿Por qué dices eso?”, preguntó Sebastián, medio en broma, medio en serio, mientras las cámaras capturaban la complicidad que existe entre él y su pareja. Lili no perdió el ritmo y respondió rápidamente: “Es muy guapo”. Y claro, el carisma de Sebastián salió a relucir con una respuesta que hizo reír a todos en el set: “¿Sabes cuántas mujeres quieren estar conmigo?”. Lo dijo con una sonrisa juguetona, pero al mismo tiempo, con la confianza de alguien que sabe que está exactamente donde quiere estar: al lado de su pareja.

Las risas no tardaron en llenar el estudio, y el ambiente se volvió más distendido. Sebastián y su pareja se han convertido en una de esas parejas que la gente admira no solo por su belleza física, sino por la conexión genuina que comparten. Cada entrevista, cada aparición pública, muestra a una pareja que se complementa, que se apoya y que, a pesar de las diferencias y pequeñas peleas, se eligen el uno al otro día tras día.

Este tipo de amor no es fácil de encontrar, y tanto Sebastián como su pareja parecen saberlo. Han atravesado momentos difíciles, han tenido que superar obstáculos, pero todo eso los ha llevado a donde están hoy: en una relación sólida, llena de cariño, respeto y, sobre todo, admiración mutua. Y aunque el futuro siempre es incierto, lo que está claro es que, por ahora, están disfrutando cada momento juntos, sin prisas, sin presiones, simplemente dejándose llevar por el amor que los une.

La complicidad que muestran en cada entrevista, en cada gesto, en cada mirada, es un reflejo de un amor que ha crecido y se ha fortalecido con el tiempo. Y aunque el camino no siempre ha sido fácil, ambos saben que están juntos porque se eligen, porque a pesar de todo, han encontrado en el otro a su compañero ideal.